viernes, 16 de septiembre de 2011

El Diario de las locuras de la casa de al lado.

El diario de las locuras de la casa de al lado.
15/09/11
La Nena.


 Ahora mismo son las ocho y media de la tarde, ya casi noche, acabo de entrar en casa, pues he tenido que ir a unos asuntos, en realidad nos hemos tenido que marchar todos, y hemos dejado al pianillo maldito con su sonata preferida. Estará puesto desde las tres y pico, o las cuatro, no sé,  y aún sigue sonando. Yo creía que lo ponía solo por fastidiar, pero a lo mejor es que lo están disfrutando, pues lo tiene puesto incluso cuando no estamos en casa nadie. Si es que… cualquier suposición que pueda yo hacer con esa casa está abocada al fracaso, yo siempre supongo desde puntos de vista normales, y ahí no lo es nadie. Pero nadie, nadie.

 Recuerdo el primer contacto que tuve con la habitante menor de la casa de al lado,  ahora es una adolescente, entonces era todavía una niña, o una preadolescente. Apenas llevaban unas pocas semanas viviendo, y yo nunca había  hablado con ella todavía. Era verano, y teníamos las ventanas abiertas, mi marido y yo estábamos en el salón viendo la televisión, y de pronto, sería media tarde,  oímos a la habitante menor de la casa de al lado gritar de una forma desesperada, - ¡Abrirme, abrirme! ¡Abrirme la puerta! ¡Por Favor!- Eran auténticos gritos de desesperación. Además de los gritos también oímos golpes. Por eso fuimos a mirar, y la vimos, completamente fuera de si, dando puñetazos y patadas contra las verjas, esas que pintó su madre no hacía mucho. Pero de la casa no había ningún tipo de respuesta, supusimos que allí no habría nadie. Pero la habitante menor de la casa de al lado, a quién voy a abreviar el nombre por el de “La Nena”, siguió insistiendo, y pasó del modo suplicante al agresivo, y empezó a  lanzar insultos -¡cabrón, ábreme! ¡Ábreme, capullo, sé que estas ahí!- Pero imaginaros el cuadro, los gritos iban con lloros, hipos, mocos y todo lo demás.
 Yo no tenía muchas ganas  de meterme en un fregao, pues ya los había oído insultarse antes, pero la verdad es que “la Nena” me daba mucha pena. Y, en aquel momento, temía que le diese algún ataque, si no es que ya le había dado, pues parecía la niña del exorcista.  He visto muchas pataletas de niños, pero aquello jamás. Así que mi marido y yo decidimos bajar y calmarla, ya que de su casa no parecía que fuese a salir nada, ni nadie.

 Bajamos a la calle y le preguntamos que le pasaba, porque estaba así. Ella entre hipos y mocos nos contó que quería entrar en su casa y que no la dejaban. Nosotros le dijimos que tal vez los habitantes de su casa habían salido, un momento por algo.  Ella seguía llorando y negando, y nos decía que no- ¡no, está ahí, mi tío está en casa! ¡Pero no me quiere abrir!-
 Sin saber que pensar la invitamos a entrar en nuestra casa, y le ofrecimos un móvil para que pudiese llamar a alguien y se tranquilizase.  La Nena” llamó a su madre (La Loca), que en aquel momento giraba la esquina, acompañada de  su tío (El Cojo) y del perrito gilipollas.
 Llegaron hasta mi casa, recogieron a “la Nena” dijeron que habían tenido que salir, y se metieron en su casa.

 Mi marido y yo nos quedamos muy preocupados, una reacción como aquella en una niña, era cuanto menos preocupante. Pero ya no pudimos saber nada más, y así nos quedamos. Un poco más convencidos de que los habitantes de la casa de al lado eran muy, muy extraños.

Al poco tiempo de aquel incidente hubo muchas discusiones entre La Loca y La Nena, yo creó que las oí más a partir del episodio de la puerta, porque me preocupaba esa niña. Discusiones como por ejemplo que la Nena quería un euro o dos y La Loca se lo negaba, pero todo eso a toda voz, las palabras más dulces que se dedicaban eran cosas así:
La Loca: .  ¡¡¡¡¡¡Zoooooooooooorrrrrraaaaaaaaa, más que zoooooooorrraaaaaaa! ¡ No te voy a dar ni un duuuuuuuuuuuurooooo!!!!!!!!!- ¡ Veeeeeeeeeeeete , Veeeeeeeeete de mi casa! ¡ Arreeeeeeeeea, Zooooooooorrrrraaaaa, mal nacida!
La Nena- ¡ Puuuuuuuuuuuutaaaaaaa! ¡Daaaaame  los euros!-
Todo adornado con golpes y portazos, para dar ambiente, vamos.
El final, solía ser el mismo, La Nena se marchaba de casa con un portazo, ( yo no entiendo como aún tienen puertas) y gritando desde la calle -¡PUUUUUUTAAAAAAAAA!

 Esto siguió pasando con cierta frecuencia, hasta que un día, vimos por primera vez coches de policía( fue la primera de muchas veces), y entraron en la casa de al lado, y un hombre con bata se llevó a La Nena en un coche oficial de la Generalitat.

 Yo no sé lo que pasó, me contaron que la Nena había llamado al servicio de atención del menor maltratado, pero quizás no fuera verdad. No sé cuando volvió, pero lo hizo con brevedad.  No penséis que las cosas se calmaron, porque no es así. Ellas siguen igual, se dedican lindezas de ese estilo con bastante frecuencia. Pero ahora ya no me preocupan tanto, si no se han matado en cuatro años…..

 La Nena de la casa de al lado, como es normal en todos los cachorros, pues imita a su progenitora, y la relación con ella  es, por tanto, similar que con todos los demás. Hace tan solo unas semanas la vi desde mi ventana escupir sobre mi coche.  ¡Y que vamos a hacer!, donde fueres haz lo que vieres.

 Es una joyita de muchacha, ya ha llegado varios sábados tarde, a la una o las dos de la madrugada, llorando, mejor dicho berreando. ¿Y por qué? Pues porque le pegan, se mete en peleas y como es un palillo, maleducado, pero un palillo, se ve que recibe más que da.  Y también debe de tener poquitas luces, así que vuelve a por más. Y anda que La Loca le da consuelo, yo si fuera la Nena me tragaría las lágrimas por no oír los gritos e insultos de La Loca. Y  la cosa fue “in crescendo”  pues sé que terminó en los juzgados.
 
 Y aunque a mí eso no me incumbe, no veáis el susto que se te mete en el cuerpo cuando oyes aporrear el timbre, aunque sea el de al lado, y a alguien metiendo voces, llorando y gritando a las dos de la madrugada, cuando tu estás tan agustito en los brazos de Morfeo, durmiendo, y no sabes por donde te vienen los tiros( bueno es una forma de hablar, tiros aún no ha habido, pero todo se andará). Ya os digo yo que es una experiencia poco agradable. Y que espero no padezcáis.







2 comentarios:

sugusu dijo...

Una pena de cria...la familia que tiene y las compañias con las que se junta..pues no veo nada bueno de ese resultado.

Julián dijo...

Llegan a unas edades que ya es difícil dar marcha atrás. Es lo de enderezar el árbol torcido cuando sólo es una ramita o cuando es adulto.

Se está gestando "La Loca 2.0" o una mini-yo de "La Loca".

Menuda cruz con los vecinos. Para combatir al enemigo hay que buscar sus puntos débiles. Tenéis que centraros en esto en primer lugar (difícil tarea). Luego hay que atacar esos puntos débiles.