lunes, 12 de diciembre de 2011

El diario de las locuras de la casa de al lado

El diario de las locuras de la casa de al lado
12 de diciembre de 2011

Otra de pintura

Llevo mucho tiempo sin escribir nada de la casa de al lado porque había decidido no hacerlo, me han aconsejado que intente no caer en ninguna provocación y no responder, y lo iba llevando bastante bien, entre otras cosas porque  estamos más o menos trabajando los dos y el niño en el Cole, lo cual deja poco espacio de tiempo para estar al tanto de las locuras de los habitantes de la casa de al lado. Pero lo de hace unos días merece un episodio más en el diario.

 Creo que os he comentado alguna vez que los habitantes de la casa de al lado no tenían vado, y eso creó algún que otro conflicto. Pero desde mediados de septiembre o así se lo pusieron. Y como es lógico pintaron de amarillo la rampa de la acera por donde se mete el coche en la cochera.  Yo lo  hice cuando me puse el mío y ahí sigue la pintura puesta, pero la Loca lo pintó en septiembre y en octubre y en noviembre y claro ya tocaba nuevo pase, y lo volvió a pintar el otro día. Un día en que mi marido llegó temprano a casa, y al ir a abrir la puerta se dio cuenta que delante de la misma había manchas de pintura amarilla, parecía una huella, como si alguien hubiera pisado la rampa y hubiera  pisado luego la acera, lo cual no seria nada raro ni excepcional, se fijó en que la pintura estaba todavía fresca, y como quería enseñármelo se fue a buscar la cámara para sacar una foto de la mancha, antes de hacerla, la foto, se fijó que no hubiese nadie en la calle, no se si lo he dicho pero la última foto en la calle nos valió un juicio, y no tenia ganas de jaleo, así que se aseguró de que estaba solo en la calle antes de hacer la foto. Y como la pintura todavía estaba fresca se puso a limpiarla, echó un poco de detergente y con la manguera y la escoba se puso a rascar. Cual no fue su sorpresa cuando vio a la Loca con el móvil, casi delante de sus narices sacándole una foto.  Y comenzó el show, una vez se metió dentro de su casa, comenzaron las voces
“– ¡Florero! ¡Pues yo eso no lo he hecho! ¡Alguien habrá pisado la acera! ¡Ahora me echará las culpas y me denunciará al cuartel!-”

Todo esto a voz en grito, mi marido ya curtido en estos altercados optó por no decir ni mu, pues es nuestra consigna para evitar juicios y rollos absurdos, a no ser que se dirija expresamente a nosotros y de un modo normal, por mucho que grite en su casa y con su marido, como si lloviese, no va con nosotros. Podría haberle dicho que no tenía ningún problema con la mancha, que efectivamente parecía eso, una pisada, pero para qué… Ella continuó con sus gritos, y como no había respuesta de nuestra parte se puso ya en modo duro, y comenzó con las amenazas “-¡Pues ya que quiere fotos, ahora ya le he pillado con la manguera, voy a llamar a los municipales y va a ver este, a ver quien es ahora el que está tirando agua en la calle! ¡Ahora verá! Venga llamemos a la policía.-” (Por lo que dedujimos que había visto como sacaba la foto de la mancha)
Por supuesto a gritos, para que mi marido que estaba en la calle lo escuchase bien, y efectivamente, la Loca señora llamó a los municipales, y… ¡los municipales vinieron!

 
 Como todo lo que hace es para que nosotros nos enteremos, pues no cerró su puerta cunado les contaba la los policías su historia entre hipos y lloros, les relataba que tiene la casa en venta  y que es por culpa nuestra, que ella no había manchado la acera y que nosotros queríamos denunciarla, que mi marido había tirado agua con la manguera y yo que sé que más chorradas.  Los guardias le explicaron que no había nada que hacer, que debía intentar llevar una mejor relación con los vecinos e intentar arreglar las cosas, lo que dice todo el mundo, lo lógico y normal.  Lo imposible con esta clase de gente. (Menudo papelón el de los pobres policías)

 Cuando los policías salieron de su casa mi marido les llamó, y les dijo que él no había dicho ni media palabra, que no le había dirigido la palabra, que ella lo debía de estar vigilando, porque nada más se puso a limpiar la mancha empezó con las increpaciones, lo guardias le dijeron que efectivamente estaban al corriente, que ya conocían la clase de gente que vive en la casa de al lado. Mi marido les preguntó si tenían que atender semejantes chorradas, y le dijeron que si los llaman ellos tienen que acudir, aunque sea una tontería. Él les dijo que si en vez de gastar dinero en desplazar a municipales a esa casa, le pagaran un psiquiatra  solucionarían más problemas y saldría más barato.

La que armó la tía Loca, por una mancha de pintura, que estaba delante de mi  puerta, y que se estaba limpiando sin decirle nada de nada al respecto. Aunque la culpa es suya, porque si no nos hubiesen prohibido ir a su casa a decirles lo que nos ocurre, no tendría que imaginarlo, sencillamente iríamos y hablaríamos, pero entonces, no tendría un diario tan original, ni ella motivos para estar al tanto de saber todo lo que hacemos. Menudo espía que se está perdiendo la CIA, no leerán el diario y vendrán a reclutarla, dotes tiene de sobra y a mi me harían un gran favor.

domingo, 4 de diciembre de 2011

Contra el sistema.

Igualdad de oportunidades.

Las altas esferas, tanto de un lado como del otro se llenan la boca con estas palabras, pero la realidad que vivimos dista mucho de llegar siquiera a intuir que eso pueda existir. 
Solo voy a contar una historia triste que tuve que escuchar y rebatir, aunque me quede con muy pocos argumentos para hacerlo.
Durante el curso anterior además de trabajar en un instituto, me dediqué también a la enseñanza privada, dando clases de repaso, y conocí a una chica maravillosa que estaba teniendo problemas con su curso de 2º de la ESO. Como la tenía muchas horas a la semana a ella sola, se creó un ambiente muy agradable y de mucha confianza entre las dos, respecto a temas del colegio, de profesores, de compañeros y de asignaturas.
 Y en una de esas sesiones, en las que mi alumna ya no daba más de sí, porque trabaja muchísimas horas, pues todas las que pasaba en el colegio, más dos horas que estaba conmigo, todos los días, suman la friolera de nueve horas de estudios al día. Para una niña de 13 años, si los tenía. Y no es un caso aislado.

Pues bien, a lo que iba, una de aquellas tardes, en las que ya no daba más de si me dijo, muy triste “Profe,  yo soy muy burra, no me entran todas estas cosas, yo no sirvo para nada” Aquellas palabras me llegaron al alma, porque yo sabía que no era cierto, pero ella lo dijo completamente convencida de que así era. En todo el tiempo que llevaba con ella, me había fijado en que hacía unos dibujos estupendos, tenía caricaturizados a muchos de sus profesores, y expresaba muy bien ideas a través del dibujo. Le gustaba el deporte e iba voluntariamente a un taller de música de instrumentos tradicionales, porque era capaz de tocar bastante bien cualquier instrumento.  Como sabía que era buena en arte y deporte se lo dije. “Pequeña, no digas eso, tú haces unos dibujos preciosos, tocas y cantas muy bien, y eres buena deportista”  Pero ella me replicó “¡Ya!¡Pero todo eso es muy fácil!” Restándole importancia, como si eso no tuviera ningún valor, yo estaba aterrorizada de aquel desanimo y le dije “ ¿Tú consideras que yo si que valgo, que yo soy inteligente y buena en lo que hago?” Ella me miró como extrañada de una pregunta cuya respuesta era tan obvia “ pues claro, tú sabes muchísimas cosas que yo nunca aprenderé” Y entonces le dije con toda la humildad y para poner en valor tan hermosas cualidades “Pues soy incapaz de hacer ninguna de esas cosas que a ti te parecen muy fáciles, ninguno de los dibujos que tienes y menos tocar un instrumento o afinar una nota, soy horrible, me es sencillamente imposible, así que no subestimes tus cualidades, porque no son fáciles, de hecho a mi me parecen muy difíciles y me veo incapaz de realizarlas” Conseguí una pequeña sonrisa y vi que había puesto un valor, luego hablamos de que cada persona tiene unas cosas mejores que se le dan mejor  y unas cosas peores que le cuestan más, y eso condiciona lo difícil que nos parecen las cosas.  Al final de curso lo aprobó todo, y yo me alegré, no sin esfuerzo, y no podrá seguir los estudios sin un gran esfuerzo de su parte, porque su inteligencia y sus habilidades no son las que se consideran las apropiadas en el sistema que tenemos, pero pienso que lo conseguirá, aunque sus oportunidades no son como las mías, no. Y ¿Por qué? Pues porque el sistema está diseñado para un modelo muy concreto de inteligencia, y con unos objetivos muy discriminatorios, no sé en que año del siglo pasado o el otro se diseñó, pero es obvió que no responde a las necesidades actuales, solo hay que ver los resultados.
                                                  
¿Porqué una niña  encantadora llega a verse tan derrotada? Lo veo cada día, esta chica solo la tuve más cerca, pero no es un caso aislado. Se ven así porque no dominan bien la lengua, que entre unas y otras ocupan de diez a doce horas del horario lectivo, o porque tienen problemas con las matemáticas que también se llevan unas cuatro a seis horas, entre refuerzos y demás. Si tienes problemas con la expresión  mediante palabras, vas a tener dificultades en ciencias  naturales o sociales, que juntas suman unas ocho  horas, y te pasas la mayoría de las horas de un día sintiéndote inferior o mal por no ser capaz de llegar a conceptos abstractos y absurdos para ti, mientras que si se destaca como nadie en música, y se es capaz de expresar un montón de cosas con las notas musicales, solo tienes una hora con suerte dos a la semana, pero no en todos los cursos, porque no es lo suficientemente importante para llevar un seguimiento regular durante todos los cursos, en algunos es prescindible y desaparece, y por tanto alguien bueno en esto pues siente que no es muy importante. Es cierto que puedes perfectamente pasarte la vida sin afinar una sola nota musical, es mi caso, los profesores que tuve a lo largo de mi escolarización no lo dominaban y nuca di nada de música, pero también es cierto que puedes desarrollarte perfectamente igual sin saber realizar el análisis morfosintáctico de una oración compuesta subordinada, que eso si que me lo enseñaron pero  si no lo supiera igual podría seguir.  Igual pasa con materias como la plástica, dibujo, manualidades, o la tecnología, que tiene un alto contenido en práctica, en hacer cosas, no en decir cosas, apenas ocupan una o dos horas lectivas, y si hay una no hay la otra. Mi alumna no tenía en el curso pasado ninguna , ni plástica ni tecnología, por lo tanto sus preciosas habilidades de  dibujar y realizar cosas, su forma básica de expresión quedó relegada a nada, durante segundo, ni una hora para sentirse a gusto, para sacar lo que realmente se es. Menos mal que la educación física aunque solo con dos horitas a la semana es regular para todos los cursos, aunque nunca se ha considerado una asignatura de verdad, y si bien es cierto que ha tomado valor a lo largo de estos años sigue siendo una asignatura de segunda, y los que son buenos en esto, y a pesar del deporte de élite, no son especialmente valorados, Es típico, “Lo ha suspendido todo menos gimnasia, ya ves, pues todo suspenso”
Si de verdad se quisiera dar igualdad de oportunidades y solucionar los problemas del fracaso escolar se debería rehacer el sistema  por completo, dando el mismo valor a todas las capacidades que se pueden desarrollar.  Alguien que ha tenido  problemas con la aritmética básica, lo que se enseña en primaria, jamás podrá resolver solo un sistema de ecuaciones lineales o una ecuación de segundo grado, sintiéndose mal por ello, pero quizás sea perfectamente capaz de armar de forma primorosa cualquier máquina, o de desarrollar un deporte de forma virtuosa. Pero no tiene esa oportunidad, no por el canal normalizado, por el obligatorio, y por el que sus padres apuestan más fuerte, y sobre el que se tendría que poner la lupa y rectificar a fondo.
Soy consciente de que todas estas materias que llaman instrumentales, porque son muy prácticas, necesitan un presupuesto considerable, pues se han de dotar de materiales, instrumentos, etc., un taller de pintura, por ejemplo, necesitaría un aula especial, caballetes, pinturas materiales para hacer los lienzos… En fin dinero, pero no estoy segura de que esto  bien hecho costase más dinero que el sistema que tenemos, con un millón de programas especiales, pedagogos, educadores y especialistas, para que lleguen todos a saber la diferencia entre un adjetivo posesivo o uno demostrativo, o saber conjugar el pretérito pluscuamperfecto del verbo REPETIR, o saber la diferencia entre una ecuación lineal y una parábola. Y repetir y repetir cursos y cursos, para nada casi siempre. Esperando sin hacer nada, con lo que ello conlleva,  a tener la edad para salir del sistema. Cada curso especial, y programa especial cuesta mucho dinero, y la sensación de los estos alumnos es de que no son capaces de hacer nada, de inferioridad, hay que ponéroslo más fácil porque ellos son del PDC (programa de diversificación curricular) y por tanto menos capaces que los demás.
      
 Sin embargo a pesar de todo esto parece la sociedad siempre tiene que ir al revés, y en vez de buscar soluciones prácticas al problema real, lo que se hace es machacar más todavía, si algún chico o chica tiene problemas con las lenguas, entones, se le quita la opción de realizar una optativa de su gusto (como dibujar, hacer cosas manuales, informática) y se le obliga a ir a un refuerzo de eso que se le da fatal, y aunque puede parecer que es lo correcto, a una edad determinada eso es como una condena a sentirse mal más tiempo, y los adolescente son muy proclives a sentirse mal.
Yo no estoy diciendo que las lenguas y las matemáticas no sean importantes, estoy diciendo que aunque se necesita una base, existen muchas más cosas, y no todos tienen la capacidad de superar los contenidos de la enseñanza obligatoria tal como está, y no debería ser así, se debería potenciar a cada uno en aquello en lo que puede ser mejor, ya que algunos les encantan las materias mayoritarias y a otros las minoritarias, los que son buenos en las mayoritarias tienen prestigio y los que son buenos en las minoritarias son inútiles (no lo son pero así se les hace pensar). Y esto dista mucho de lo que se pudiera entender por igualdad de oportunidades.